Mejorado por Narci, os voy a dar la direccion de sus blogs, tiene dos y uno compartido, creo no equivocarme, es una auténtica maestra, en el soneto, rima, y mucha profundidad, otras simpatía tienen sus letras, me he puesto a cantar sus poemas.
"No quisiera de vos estar ausente,
os extraño y a veces hasta muero,
y no puedo decir: ya no te quiero
pues en todo momento estáis presente.
Os presiento de modo diferente
mientras sueño vuestra vuelta y espero,
pero duele la ausencia y desespero
sin sufrir en mi alma un accidente.
Vivís conmigo en todos mis sentidos,
porque no estamos tristes ni reñidos.
y hago de esta distancia mi deleite
Sólo median unos pasos consentidos
que serán muy pronto diluidos
y yo anhelo ese momento, impaciente"
Gracias Narci así da gusto contigo, y se aprende. Es un halago para mí, sé que te puede la tentación, no me extraña, jajaja ;-) Yo a lo loco, estoy en pañales... Picar aquí...> NARCI
Desde bien niña fui rebelde muchas veces, la vida puede ser injusta en su extravío a pesar de ello intenté elegir el mejor navío, no contaba con el mal y sus heces.
No llores tesoro mío (mi hijo) a pesar de la tormenta en sus orillas, el mal lo arrastra por donde pasa la tormenta, y aunque el cielo nos muestre su color cenicienta, el sol nos calienta y nos da sus centellas amarillas.
Aún a no sabiendas en la vida ignota en ella corre el río límpido dándonos la vida en cada gota.
No temas estoy contigo y a alguien pido... no agotándose la vida al borde de aquel brote que brota viviendo en paz y protegidos.
La luz del día va declinando como telón suave, surgiendo diversas tonalidades; cálidas para nuestros sentidos.
Se va muriendo el sol en el horizonte lejano. Apenas se ve ya la luz, y quedamos nosotros sin quedar tampoco.
Estáis pero no estando y... la pena me atenaza. Se instalará un nuevo día como una nueva luz desentendida de su propio futuro.
Y... Sin embargo será eterna ayer ni mañana estaremos pero si hoy... Vosotros y yo no estorbamos es lo único presente viviendo en un instante.
Como nubes espumeantes, y... aún así mi alma se siente triunfante, porque esa lejanía la percibo como victoria, aunque sea en un silbido... Acaricíante en la noche.
El anhelo va cosiendo los destinos pudiendo palparlo dentro de mi ser acuciante sintiéndome llena de gozo, por una vez en ese tesoro
Regresando a mí... En la luz de una nueva... sí una nueva... ...Mañana abierta con toda su luminosidad para mí...
Un día verás la maravilla de la vida, y te reirás de aquello que sólo fueron sueños. Soñar es como vivir a veces tímida, no juegues nunca pudiendo salirte caros los ensueños.
¿Por qué no soñar acaso es malo? Puedes hacerlo pero que no te hagan daño, que luego llorarás de pesar ante el palo, que te hayan propinado con engaño.
Ay! Eso no... antes me caigo de dolor en la noche fría o puede ser que lloren otros por desarraigo.
Vano fantasma ves en la caída ponte ante un balcón en la concurrida plaza de agudos gallos sin hacer caso a la jauría.
La dulzura nos buscó desde su colmena, nos fuimos besando en sones de ecos a sabor a miel libando en nuestros senos guardando los besos en la alacena.
Envueltos en finos tules a la luz de la luna llena en el encuentro sudoroso nos cubrió el manto de los rebecos. ¡Qué noche vaporosa en los cienos! Besándonos cual posesos revolcándonos en los henos.
Así nos descubrió la alborada desde nuestro encuentro hasta adentro bebiendo el uno del otro por debajo de la almohada.
Cuidado que de la mar adentro te pueden enamorar a tu enamorada sino te das prisa en el encuentro.
Allá... puedo divisar un claro horizonte. Oculto, tras la mar, y azul.
Rocas imperecederas. Olas salpicando que vienen y van, al vaivén de la marea.
Un cielo azul bajo una capa de estrellas, Que siendo tan límpido, me hace, sonreír a mí.
Desconocidos destinos que pretendo imaginar. Repetición sin fin de vidas paralelas.
Días azules en una vida azul. Así, es el amor, azul. La nota de color que necesitas para seguir viviendo.
Alegría tras el amor, amor tras la alegría. Azul sobre azul. Exquisita agonía.
Profundidad sin fin, en el inmenso infinito, y finito en un instante.
Vives porque amas, amas porque vives, y el círculo se cierra tras de ti.
Azul claridad sobre azul. Alegre primavera, que prosigue al invierno.
Claroscuro que te alumbra. Alegría ante el amor, dolor ante el temor, negro sobre gris, azul sobre azul. Amor.
La vida me ha devuelto la esperanza. Rescatando del olvido sentimientos que parecían muertos.
Recibo al aire al entrar en mi garganta, y al viento que atrae a mí las olas, oigo la mar chocando con las rocas. Quedándome ensimismada.
Continúo ante las rocas de la vida, soñando con futuros alcanzables. Por más garrotazos que recibes la vida se aferra al horizonte que se muestra total e inescrutable.
Nota: agradecer a todos aquellos que me habéis escrito, pues sabéis lo que estoy enfrentando...
La llave ha de abrir la puerta conduciendo al corazón desierto sólo atento a su lamento despierto, no oyéndolo con su ventana abierta.
Quiere huir lejos de sus pensamientos, que tanto daño le hacen encendiendo una vela, mira lentamente la llama volviendo sus sentimientos, va volviendo la calma a través de un tupido velo.
Se estremecen todos sus miembros, percibiendo todo su cuerpo con el cosmos y su pequeño universo.
Poco a poco la mente descansa de su desvarío llegándole sonidos bellos de la ribera del río. Ha conseguido vencer con su fortaleza y brío.
Nota: Os explico aunque sea un poco tarde, este poema se refiere, a la lucha que mantengo de forma permanente, con mi mente. Quizás lo tendría que haber especificado, no se trata de personas, sí, aludo a mi mente, que me va muy deprisa siempre, y he de saber con pautas frenar.
Jugar...
Por jugar a ser o no ser, me vi un día, dañada con toda alevosía, por un ser malévolo, en su estropicio no quiero juegos que no sean límpidos y me lleven al borde del precipicio, prefiero legitimidad y no ser una burlada cañada.
No me importa ser ganado trashumante en la jugada, así podré observar los pastizales verdes en mi beneficio, no me pidas imposibles con perjuicio, porque mi persona no debe verse burlada.
Puedes abandonar o no el camino emprendido de la vida, clareando, en la amanecida disfrutando de la verdad en el ejido.
También podemos ir de la mano en la atardecida recorriendo los senderos como mar que no se ha ido luciendo el sol a nuestra espalda siendo en ella humedecida.