Tierra...
Cuando te tratan como lo que no eres; el aliento se congela en el aire...
Ese aire puro que debemos respirar, y ni un halo debe causar tristeza...
Cuando ésta se aposenta en nuestro interior; huyamos de ella.
Agarrémonos a la tierra con toda nuestra fuerza, y ella nos dará vigor para afrontar todo aquello dañino, que nos quiere hundir.
Pero el coraje nos ayudara con fuerza, para que ese aliento vuelva a nosotros causando ese sosiego, que siempre nos debe invadir...