Fuego...

Fuego

¡Fuego, fuego, fuego!,
y todos salimos corriendo,
éste cuando se enfada,
nos pueda dañar hasta matar.
Este fuego es temido,
porque nos causa mal.

A veces, es un fuego, lindo,
donde nos podemos purificar,
desechando todo mal,
para seguir la vereda,
que a todos nos toca,
en nuestro caminar.

Otras es el fuego del mal,
de aquellos que sin contemplaciones,
nos vienen a dañar.
Hemos de devolverles,
bien por mal,
y así se puedan curar,
y nososotros avanzar.

El fuego en forma de lava,
va transitando los caminos,
destrozando todo a su paso,
hay que tener paciencia,
una vez detenido, y en el tiempo,
aunque tenga que ser mucho,
volverá a dejar fructificar,
y nuevamente podremos sembrar.

El fuego es llama viva,
que se incrusta en nuestro corazón.
Dándonos el don de la pasión,
sin ella, nada somos, revuelve,
una y otra vez, ese nuestro interior,
haciendo, que vivamos, en permanente ilusión.

Podemos contemplar el fuego de artificio,
que se eleva, brilla, sólo por un instante.
Muriendo luego en su luminosidad,
imitémoslo, muriendo cada día,
para nacer nuevamente,
y así demostrar que somos valientes,
que disfrutamos del gusto por la vida.

Fuego, agua, aire, tierra,
sois la vida, ser bienvenidos a ella.
Vivamos con todos en perfecta armonía,
porque en ello nos va nuestra dicha.
Conformando un arco iris,
que permanezca en sus juegos de colores,
por siempre y para toda la vida.




luispolobenites