El cielo...
El cielo se cubrió de un negro velo
el corazón mantenía hinchado,
por dolor y tanto quebranto helado
con mi pesar salpicaba el cielo.
El dolor amenazaba el suelo,
y conseguí que fuese levantado,
en pos de la alegría helada
el rocío cobijaba con su hielo.
Su clara luz me mostraron,
la mirada que tanto adoro,
y en el alba se instalaron los colores.
Callaron los elementos y se ausentaron,
todo se pintó de color oro;
vistiéndose el campo de olorosas flores.
Hola amiga un poema bello ostimista
ResponderEliminartierno, un placer leerte amiga la
imagen de margaritas es muy bonita
alegre.
Cariños amiga que estes bien, cuidate mucho.
preciosa entrada feliz fin de semana
ResponderEliminarbesos
Marina
Adorei seu espaço e seu poema!
ResponderEliminarBelo final de semana!!!
Besos...
Preciosooo, amiga...un verdadero placer acercarme a tu blog y extasiarme en la lectura.
ResponderEliminarBesitos de nácar.
SOS UNA POETA!!!!
ResponderEliminarMIENTRAS TENGAMOS DENTRO ESA INQUIETUD DEL ALMA QUE NOS HACE CREAR Y EXPONER PODEMOS DECIR QUE NOS APUNTAMOS UN POROTA EN LA FORMA DE ENCARAR LA VIDA!
ES TAN NECESARIO EL CREAR!
BESO
precioso cuantas veces miramos al cielo, implorando o pidiendo...
ResponderEliminarme gusta como escribes.. expresando cada cosita con mucho cuidado y mimo... besos de brujilla
Tu és uma simpatia, Maitê!
ResponderEliminarBesos, muchos besos!
Felicidades porque al mirar al cielo encontraste la luz de los ojos que adoras.
ResponderEliminarQue nunca pierdas esa luz.
Un beso María Teresa.
Maite al leer siento tristeza,
ResponderEliminarUn abrazo
El oro es para mí el sol de la esperanza en tus letras. Todo dolor, pasa, sin lugar a dudas.
ResponderEliminarTe dejo muchos saludos berlineses querida Maite.
Hola María Teresa, te felicito y te deseo un buen día de tu santo, hoy es la Virgen de agosto.
ResponderEliminarEn tus versos podemos ver que aúnque haya oscuridad y frío en el alma, el amor lo cubre con su manto dorado, dándole calor y color.
Hermoso poema.
Un abrazo.
Ambar.