Una vez...

Una vez…

En aquella primavera, del mes de abril, conversando, recorriendo calles, fue hermoso, pero aquello ya quedó en el pasado, hoy vuelvo a renacer, ¿renacer?, sí, renacer, en pos de un nuevo Amor, que no me haga sufrir y, verme como una motita en el Universo, que es lo que soy, incluso invisible entre tanto firmamento.

No quisiera llenar mi vacío, de esta alma triste, con tu recuerdo, perdona, si alguna vez, en pos de mi Amor te he molestado o quizás hecho daño, pero el Amor es así; dulce, bravo, engreído, vulnerable, frágil y, todo ello me hace sufrir. No lo voy a consentir.

En los senderos hay muchas bifurcaciones y, creo que ya tengo la mía, en silencio y sin decir, me tengo que ir.

Tú habías encendido, la llama, dentro de mi corazón, prendió y, un buen día se apagó. Me gustaría fundirme contigo en un tierno abrazo y, decir que no ha acontecido nada, porque en el Amor, todo es posible incluso lo imposible.