Me gusta escribir y,
ahí te tengo siempre a ti,
Eres mi inspiración más directa,
y, conocida.
Sentía frío dentro de mí.
Pero tú me arropaste con calma,
Sin pensar en nada.
Sólo que estábamos ahí.
Dos almas fundiéndose en una.
Desde el uno al otro confín.
La llama que estaba apagada,
Se encendió para ti y para mí.
Fuiste ilusión,
Que se cumplió.
En las mareas de la vida,
Que están aquí.
La oscuridad se marchó.
Y apareció el Sol en ti, y
contigo, para regocijo mío.
Es una dedicatoria en la que con toda conformidad y buen talante
ResponderEliminarexpresas un deseo ya cumplido, puedo interpretar algo más pero,
me ciño a tu gran obra poética...
Un orgullo, ¡Enhorabuena!
Mª Teresa, es un placer leerte.
Deseo hayas pasado un feliz verano.
Besos...
Ángel-Isidro
http:elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Afortunadamente, tienes una buena inspiración para tus poemas. Abrazos
ResponderEliminarMuy bueno, esa inspiración en el ser amado porque lo llevas muy dentro de ti, es como la musa para tus sentimientos. Muy bello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, mi amiga.
Leonor
Un poema muy hermoso mi querida amiga bello sentir un escrito muy tierno y muy armónico.
ResponderEliminarAbrazos con todo mi cariño que tengas un feliz comienzo de semana, querida Maite.
Felicidades! hermoso poema, escrito con el alma, dictado por el corazón y leído por un espíritu enamorado.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Mau