Me dices que estás malito,
entonces te acuno, en tu cuna
moviéndola en vaivén calmito,
a ritmo pausado de tuna.
Tú lloras porque estás mustio,
te canto al son de la luna,
y ésta se enciende de brío,
callándote tú, tesoro mío.
Me miras con tu carita,
como si fueses chiquito,
pero eres grande nenito,
la cuna es pequeñita.
Te sigo arrullando a la una,
te vas quedando dormido
conmigo y nuestra amiga la luna,
que somos lo más querido.
Todo niño que tenga una canción de cuna sanará sin duda más rápido que uno que no y más cuando lo acompañan tu voz y la luna.
ResponderEliminarBesos