Necesito tenerte a mi vera, ya no sirven más excusas, pronto me iré lejos, puede ser a cualquier lugar. No me importa esperar en el camino o en la mar, pero después de esos ocasos, llega la amanecida. Dos cuerpos deben ser uno, para amarse de verdad.
No quiero ser un pájaro herido, aunque si en libertad... Sólo pido esto, porque lo necesito después de un tiempo...
El amor es dar bien lo sé, y nos damos ambos, pero queda camino o mar por recorrer. No apremio, nunca podría ser de otra manera, va contra mi naturaleza, ni siquiera pregunto... Soy sencilla, espontánea y, sensible, eso bien tú lo sabes, pero necesito de ti, no es egoísmo, si, amor.
No quiero ser un pájaro herido, aunque si en libertad... Sólo pido esto, porque lo necesito después de un tiempo...
El amor es dar bien lo sé, y nos damos ambos, pero queda camino o mar por recorrer. No apremio, nunca podría ser de otra manera, va contra mi naturaleza, ni siquiera pregunto... Soy sencilla, espontánea y, sensible, eso bien tú lo sabes, pero necesito de ti, no es egoísmo, si, amor.
Dos mentes a la madrugada jugando una con otra, es lo más exquisito que pueda darse, cuando anda el juego del sentimiento, ese sentir, que ha surgido "entre los dos". El azar, casualidad, destino... qué más da... Lo cierto, fue así y, continúa para bien de dos almas enamoradas. Será una pena perder la oportunidad...
"Vaya por delante, que no apremio, sé esperar... sobre todo en Esperanza y Libertad..."
¡Cuantas preciosas Palabras contiene esta delicia de Carta de Amor!
ResponderEliminarUna maravilla de entrada.
Un abrazo.