Aquella mañana se levantó el sol con muchas ganas de jugar. Su cara resplandecía de gozo. Una cara dorada y reluciente.
Montes, vegas y campos, recibieron su caricia jubilosa. Y como el sol tiene el don de que su beso abarque a la vez todo un mundo, también el jardín del colegio, se vistió su túnica de oro. De pronto el sol entre carcajada y carcajada, gritó:
- ¡Juguemos al escondite con las niñas!
Y diciéndolo, vino una nube grande a ocultarle. Pero en seguida tornó a asomar sus rizos rubios...
Fueron unos momentos, porque dijo juguetón:
- Me voy a dormir.
-¡ Qué llueva!!...
- ¡Qué llueva!
Y como a dios le gusta complacer al sol, ordenó:
- ¡Qué llueva!
Comenzó a llover. Caían unas gotas tan grandes, que formaban burbujas polvorientas al besar la tierra. Los árboles agitaron sus brazos, ansiosos de agua y las flores abrieron sus hojas, de seda, para mejor recibirla. Llovía con fuerza...
Poquito a poquito las gotas de lluvia se fueron uniendo conformando cada gotita unida un pequeño riachuelo, seguía lloviendo... y cada vez con más fuerza... El riachuelo se iba volviendo más grande hasta convertirse en un gran río...
Seguía lloviendo...
Cesó la lluvia...
Su marcha era ahora más lenta y reposada, como un guerrero reposado, descansando después de una gran batalla.
Los campos se poblaban con gotitas, miles de gotitas que pendían en la hierba. Una gotita insignificante... Se percató de una hermosa flor.
- ¡Oh, qué bella!
- Dijo la gota entusiasmada
- ¡Qué bueno sería vivir en ese cáliz maravilloso!
Y dando un gran brinco acrobático, se introdujo en tan bella flor... ¡La flor se sintió tan dichosa con su gotita! Porque la llevaba esperando mucho tiempo... la gotita no lo sabía... hablaron sssshhh... eso ya pertenece a su secreto y encanto...
La gotita entornó sus ojos al igual que la flor... Y ambas durmieron en tan precioso lecho...
wjllman
Montes, vegas y campos, recibieron su caricia jubilosa. Y como el sol tiene el don de que su beso abarque a la vez todo un mundo, también el jardín del colegio, se vistió su túnica de oro. De pronto el sol entre carcajada y carcajada, gritó:
- ¡Juguemos al escondite con las niñas!
Y diciéndolo, vino una nube grande a ocultarle. Pero en seguida tornó a asomar sus rizos rubios...
Fueron unos momentos, porque dijo juguetón:
- Me voy a dormir.
-¡ Qué llueva!!...
- ¡Qué llueva!
Y como a dios le gusta complacer al sol, ordenó:
- ¡Qué llueva!
Comenzó a llover. Caían unas gotas tan grandes, que formaban burbujas polvorientas al besar la tierra. Los árboles agitaron sus brazos, ansiosos de agua y las flores abrieron sus hojas, de seda, para mejor recibirla. Llovía con fuerza...
Poquito a poquito las gotas de lluvia se fueron uniendo conformando cada gotita unida un pequeño riachuelo, seguía lloviendo... y cada vez con más fuerza... El riachuelo se iba volviendo más grande hasta convertirse en un gran río...
Seguía lloviendo...
Cesó la lluvia...
Su marcha era ahora más lenta y reposada, como un guerrero reposado, descansando después de una gran batalla.
Los campos se poblaban con gotitas, miles de gotitas que pendían en la hierba. Una gotita insignificante... Se percató de una hermosa flor.
- ¡Oh, qué bella!
- Dijo la gota entusiasmada
- ¡Qué bueno sería vivir en ese cáliz maravilloso!
Y dando un gran brinco acrobático, se introdujo en tan bella flor... ¡La flor se sintió tan dichosa con su gotita! Porque la llevaba esperando mucho tiempo... la gotita no lo sabía... hablaron sssshhh... eso ya pertenece a su secreto y encanto...
La gotita entornó sus ojos al igual que la flor... Y ambas durmieron en tan precioso lecho...
wjllman
Lindo cuento. Abrazos
ResponderEliminarHola, Maite:
ResponderEliminarUn cuento muy tierno, la naturaleza es una muy buena fuente de inspiración.
Un abrazo.
mil gracias querida y admirada poetisa por acariciar nuestros sentidos con la magna belleza de tu cuento. Muchos besinos de esta amiga admiradora con todo mi cariño.
ResponderEliminarHola Maite cuanta ternura en este texto poetico que hoy compartes amiga. Que bello sentir el de tu alma. Cuidate mucho.
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