24 sept 2012

Musa...




Musa...


Musa que me habéis dejado arrinconada,
venid que sois lo más sagrado,
dejar atrás mi pasado,
y venid como un hada.

Os espero con mi alma almidonada,
en el sendero que es mi hado,
y es mi bien amado;
como rocío en la madrugada.

No he de renunciar a la senda,
que por fin he descubierto;
dentro de mi alma como una centella.

Mi mundo permanece abierto;
a toda beldad que lo pretenda,
y será mi espíritu una estrella.

3 comentarios:

  1. Hola Mª Teresa Alejandra, Bellísimo
    poema alertando a la distraída musa
    laverdad que a veces se duerme y cuesta despertarla, pero yo hablo
    por mi mismo, creo que depende de
    la ilisión y sobre todo el amor que
    nos excita y no podemos negar que
    ambas cosas van decayendo.
    Un abrazo
    Ángel-Isidro.

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  2. Mª Teresa Muy buena reflexión es un placer pasar por su blog.
    Saludos desde Abstracción texto y Reflexión

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  3. Esa Musa que te ha dejado arrinconada y que, después de meditar, te ha ayudado a hacer esta Preciosa Poesía, que es Magistral.
    Un abrazo.

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