En la vida se establecen fronteras,
porque no quisiera sentirme dañada.
Es mejor estar abierta, confíar,
aunque me conduzcan a la pena del alma...
Déjemos al alma libre... sintiendo como ella lo hace.
Equivocada o no:
ahí están mil ilusiones,
cuando el alma grita que son ciertas.
Entonces responde mi ritmo, mi son,
y esa frontera ya no existe permaneciendo abierta.
Mientras el sol sea sol y la luna sea luna,
mi alma permanece cautiva sin lugar a dudas.
La frontera no es tal y se convierte en una querencia...
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