Soy una habitación en alegría,
donde pienso y me estremezco.
Me elevo en esos sueños incompletos;
el amor ya lo preside y lo siento.
Mi alma se ha henchido,
y elevado, sonando cítaras,
que me han encumbrado.
El llanto ya no existe;
habiendo vida en lo que miro,
y no es soborno del pasado...
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