Noche...
Noche que me tienes en el olvido
no me prives de mis hados,
que ellos vuelen en mis lados
sin ser perseguidos.
Mis dolores tienen sentido y hasta ellos me has conducido,
que se vayan a otros lados
no los quiero conjurados,
ni siquiera huidos.
Así las candelas de mi cielo
me alumbren frente a frente
como flor ceñida;
que su luz luzca en este suelo
de mi cielo ausente,
y me ayude en esta vida.