13 ago 2010

El cielo...




El cielo...


El cielo se cubrió de un negro velo
el corazón mantenía hinchado,
por dolor y tanto quebranto helado
con mi pesar salpicaba el cielo.

El dolor amenazaba el suelo,
y conseguí que fuese levantado,
en pos de la alegría helada
el rocío cobijaba con su hielo.

Su clara luz me mostraron,
la mirada que tanto adoro,
y en el alba se instalaron los colores.

Callaron los elementos y se ausentaron,
todo se pintó de color oro;
vistiéndose el campo de olorosas flores.

11 comentarios:

Gladys dijo...

Hola amiga un poema bello ostimista
tierno, un placer leerte amiga la
imagen de margaritas es muy bonita
alegre.
Cariños amiga que estes bien, cuidate mucho.

Marina-Emer dijo...

preciosa entrada feliz fin de semana
besos
Marina

Vanuza Pantaleão dijo...

Adorei seu espaço e seu poema!
Belo final de semana!!!
Besos...

PERLA NEGRA dijo...

Preciosooo, amiga...un verdadero placer acercarme a tu blog y extasiarme en la lectura.

Besitos de nácar.

roxana dijo...

SOS UNA POETA!!!!
MIENTRAS TENGAMOS DENTRO ESA INQUIETUD DEL ALMA QUE NOS HACE CREAR Y EXPONER PODEMOS DECIR QUE NOS APUNTAMOS UN POROTA EN LA FORMA DE ENCARAR LA VIDA!
ES TAN NECESARIO EL CREAR!
BESO

brujilla dijo...

precioso cuantas veces miramos al cielo, implorando o pidiendo...
me gusta como escribes.. expresando cada cosita con mucho cuidado y mimo... besos de brujilla

Vanuza Pantaleão dijo...

Tu és uma simpatia, Maitê!

Besos, muchos besos!

María dijo...

Felicidades porque al mirar al cielo encontraste la luz de los ojos que adoras.
Que nunca pierdas esa luz.
Un beso María Teresa.

MarianGardi dijo...

Maite al leer siento tristeza,
Un abrazo

Marisol Cragg de Mark dijo...

El oro es para mí el sol de la esperanza en tus letras. Todo dolor, pasa, sin lugar a dudas.
Te dejo muchos saludos berlineses querida Maite.

Anónimo dijo...

Hola María Teresa, te felicito y te deseo un buen día de tu santo, hoy es la Virgen de agosto.
En tus versos podemos ver que aúnque haya oscuridad y frío en el alma, el amor lo cubre con su manto dorado, dándole calor y color.
Hermoso poema.
Un abrazo.
Ambar.