24 oct 2011

Llegué...


Llegué y estabas ahí sin esperarlo yo,
Fue para mí como acordes de guitarra,
Entonando una canción.

Los dos nos miramos sin decir nada,
No hacían falta las palabras,
Todo quedaba reflejado en las miradas.

Sólo irradiamos felicidad y complicidad,
No decíamos nada,
Sólo alegría en nuestro alrededor.

De repente comenzamos a hablar atropelladamente,
Se notaba en el aire ternura en cada mirar,
Llegaron las pausas y con ellas nuestro Amor,
No se podía disimular.

La noche dejó paso a la mañana,
El cansancio no hacía apto de presencia,
Porque nos teníamos a la par.

4 comentarios:

Nicole Cruzat dijo...

"Llegaron las pausas
y con ellas nuestro Amor,
no se podía disimular."

Qué hermosos momentos esos donde nuestros ojos y nuestra expresión dicen más que mil palabras...

Esa dulce incertidumbre de si hablar o callar... de si actuar o esperar...

Hermosos versos que recuerdan amores...

Besos,

Poesía Azul

JFL dijo...

Escribes unos versos de amor tan bonitos, tan sentidos, que le dan ganas a uno de enamorarse. Que pena que a mi no me llegue nadie. Abrire bien los ojos, por si acaso

Myriam dijo...

LO importante es llegar y estar receptivo al amor.

Gracias por tu comentario y buenos deseos, pasé unas vavcaciones fenomenales y estoy ya de regreso.

Un beso

Anónimo dijo...

Hola Maite.
Lo importante es amar y ser amado, estar ahí y saber estar, dejar que te amen y saber recibir amor.
El amor lo es todo en la vida.
Un abrazo.
Ambar.