9 dic 2011

Mi interior...



QUIERO SER FUERTE, COMO ESTE HERMOSO ÁRBOL, QUE SE LE VE POTENTE, AFRONTANDO LOS AVATARES, QUE TENGO ANTE MÍ NUEVAMENTE...


Mi interior...

En estos días, me han dañado, de varias maneras, por lo inocente, ingenua, confiada que soy, sin embargo aún así; siento verdaderamente, que formo una unidad con toda la vida. Estoy en armonía hoy conmigo misma (siempre he luchado y lucharé por ello, es lo mejor), con las estaciones, con el tiempo que hace, con el campo y la vegetación... con todos y cada uno de los seres, que moran en la tierra, la mar y vuelan por los aires. No puedo ser de otra manera. Todos usamos el mismo aire, la misma tierra, la misma agua. En definitiva somos, aunque no lo queramos totalmente interdependientes.

Cuando trabajo en mi alma, intento enriquecer amorosamente, la tierra de cultivo, sembrando, cosechando y así siento esa unidad. Puedo tomar un pequeño sector de tierra dura e improductiva, muchas veces, lleno de malas hierbas, y transformando poco a poco en rica marga, que va a sustentar la vida en todas sus muchas formas. Es como tomar un sector de mi alma lleno de pensamientos, hábitos destructivos y alimentarlo para que pueda crear, sustentar experiencias sanas... enriquecedoras. Creo que obrando así... es la única forma de no hacerme daño a mí misma. Puedo intentar crear algo sano, y así vivir tranquila, dichosa, a gusto conmigo, y en definitiva llegar a esa armonía tan ansiada para mí, seguir viviendo el día a día... que me ha tocado vivir de la mejor manera posible.

En este momento, elijo eliminar mi enojo, enfado de mi mente y de mi vida. Ahora vuelo con mis propias alas, me apoyo y pienso por mí misma. Me doy lo que necesito. Estoy a salvo cuando crezco. Huyendo de aquellos que dañan.

Espero seguir así siempre como me siento hoy. Sé de antemano que me va a costar. Y... esperar sosegadamente, que mi futuro poquito a poquito, sea luminoso y hermoso. No sufriendo, por nada ni nadie, que se lo merezca realmente... Uno llega a un punto, que se da cuenta, que tiene que conducirse de otra manera ante la vida, para ser dañada, lo menos posible.


5 comentarios:

RUBEN ALFONSO dijo...

Muy sincero, entre ambigüedades y asociaciones, es lo que le pasa al Humano. Una Gran verdad

Anónimo dijo...

Buenos días, Maite.
Así, me gusta verte, con esa determinación, somos partículas de la misma energía, y hay que luchar por mantenerse firme en el camino, que normalmente está lleno de obstáculos, pero hay que apartarlos para seguir andando.
Gracias por estas preciosas letras que reflejan tu buen ánimo.
Un abrazo
Ambar.

Campanilla dijo...

Preciosa Maite, si eres capaz de escribir tan bonito, es que tienes un interior para matrícula de honor. Siento mucho que te hayan dañado, y me alegro de que sepas afrontarlo con esa armonía interior que te labras día a día. No te olvides de que no estás sola. Muchos besitos. Te he contestado en mi blog.

Campanilla dijo...

Maite, no sé si te ha llegado mi comentario. No lo veo publicado.... Dímelo, por favor. Te he leído esta mañana y eres increíble. Besos.

Ligia dijo...

Lo bueno es aceptar y afrontar las situaciones con que nos encontramos cada día. Abrazos