19 jun 2012

El cielo...




El cielo...


El cielo se cubrió de un negro velo
el corazón mantenía hinchado,
por dolor y tanto quebranto helado
con mi pesar salpicaba el cielo.

El dolor amenazaba el suelo,
y conseguí que fuese levantado,
en pos de la alegría helada
el rocío cobijaba con su hielo.

Su clara luz me mostraron,
la mirada que tanto adoro,
y en el alba se instalaron los colores.

Callaron los elementos y se ausentaron,
todo se pintó de color oro;
vistiéndose el campo de olorosas flores.

6 comentarios:

julia rubiera dijo...

mil gracias querida y admirada poetisa por concedernos el privilegio de ser testigos de la inmensa belleza de tus versos, muchos besinos con todo mi cariño.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Tras la noche llega el nuevo día y el cielo se viste da gala para nuestra propia felicidad.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Callaron los elementos y se ausentaron,
todo se pintó de color oro;
vistiéndose el campo de olorosas flores.
Me gustan tue letras y todos tus poemas los leo y son preciosos, pero hoy me quedo con este verso, es muy bello.
Un abrazo.
Ambar.

Marina-Emer dijo...

hermoso final"Vistiendose el campo de olorosas flores"
Feliz dia y gracias por tu amistad siempre
mi calido abrazo y besosss
Marina

Sandra Figueroa dijo...

Hola amiga, que hermoso es estar enamorado y este bello poema me llena de sensaciones alegres el alma que recuerda otro tiempo. Hermoso poema lleno de tu sentir, cuidate mucho.

Carmen Silza dijo...

No pares de volar María Teresa, que todo se anquilosa,¿quien podrá decirme cuando mis alas, se quebrarán?. un gran abrazo para ti en alas del viento..