Las estrellas...
Contemplando las estrellas luminosas
en la anochecida del firmamento,
sólo me fije en una la que yo amaba,
desde aquel día no puedo olvidarla.
Mi estrella a veces en su soledad está apagada,
la brisa le lleva mi soplido y así brilla
con destellos azules en la profundidad de su mirada,
volviendo su alegría a su linda cara.
No penes estrella mía,
que todas las noches me asomo a mi balaustrada,
y te miro muy cerca... desde mi alma.
Un día como estrella que eres,
recorrerás el firmamento,
1 comentario:
Mil gracias mi querida y admirada poetisa por deleitar nuestros sentidos con la suprema belleza que nos obsequias en versos. Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.
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